El Bestiario de Juan José Arreola
Una disculpa, no he tenido el tiempo para publicar pero desde ahora estaré publicando continuamente . Las próximas publicaciones se realizaran cada dos días.
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¿Qué Es un Bestiario? Los Bestiarios son relatos breves dónde lo
principal es narrar sucesos dónde aparecen animales.
Ésta tradición proviene de la antigüedad, podemos remontar a la época de los egipcios ,cuándo los cuentos trataban de los dioses con figuras de animales, tiempo después en la antigua Grecia , Esopo escribió y narró fábulas y este fue el inicio de los Bestiarios. Los bestiarios más famosos son los de : Esopo, Gibran Jalil, Kafka, Cortázar y Borges.
Ésta tradición proviene de la antigüedad, podemos remontar a la época de los egipcios ,cuándo los cuentos trataban de los dioses con figuras de animales, tiempo después en la antigua Grecia , Esopo escribió y narró fábulas y este fue el inicio de los Bestiarios. Los bestiarios más famosos son los de : Esopo, Gibran Jalil, Kafka, Cortázar y Borges.
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¿Cómo nació el Bestiario de Arreola? Corría el
año de 1958 cuando Arreola vivía con
quinientos pesos que conseguía de una beca del Colegio de México dónde Alfonso
Reyes era el director.
Ese mismo año Reyes fue sustituido y las becas
se cancelaron. Por lo cual, Arreola perdió su beca y forma de mantener a su
esposa y sus tres hijos. Fue a pedir ayuda a quien en ese entonces era el
director de publicaciones de la UNAM, Henrique González Casanova, éste le ayudó
con un pago de adelanto por un nuevo libro. Esa fue la condición, en caso de no
entregarlo a tiempo, el dinero tenía que ser devuelto.
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En aquel entonces, Arreola tenía su taller paro
jóvenes escritores dónde sobresalían los hoy reconocidos escritores José Emilio
Pacheco, Del Paso y Sergio Pitol. Aunque el dinero se acabó al poco tiempo por
los gastos en compras de vinos, quesos franceses para sus estudiantes quienes
comían en su casa. Ante los gastos existentes, Arreola cambió completamente el
menú y su esposa empezó a hacer tostadas de camarón seco. Menciona José Emilio
Pacheco que eran las tostadas mas deliciosas que ha probado en su vida.
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Aunque nadie sabía de lo que le ocurrió al
maestro, Arreola en esa fecha era incapaz de sentarse a escribir por los
traumas ocasionados de no poder escribir algo mejor a su obra anterior; sin
embargo, la fecha de entrega del nuevo libro estaba muy cerca (una semana) y
debía hacerlo pero no tenía esa inspiración necesaria para hacerlo .
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El ocho de diciembre, José Emilio Pacheco llegó
al departamento de Río Elbar diciéndole al maestro “No hay más remedio: me
dicta o me dicta”; para esto Arreola se tiró en un catre y le dicto al joven
escritor su nuevo libro el cual fue dictado durante una semana. Menciona
Pacheco que Arreola veía al techo del cuarto y simplemente hablaba y decía las cosas,
como si leyera un libro transparente que sólo él podía ver. Lo finalizo el catorce de diciembre.
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Arreola solía ir al zoológico de Chapultepec al
atardecer, cuando los animales, en voz del mismo autor inician una “enorme
sinfonía bestial”. Eso fue una de las inspiraciones de Arreola para hacer
Bestiario. Otra inspiración fue su cuento “el rinoceronte” en el libro Confabularrio
donde animaliza a un hombre como un rinoceronte.
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Arreola plasma la idea de que el animal es un
reflejo del hombre. Esto lo pensó al darse cuenta de las variadas
características que tiene el comportamiento o los sentimientos del ser humano
con los animales.
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El pensó en la caricatura, ya que esta revela
en breves trazos lo animalesco y monstruoso que todos llevamos dentro. Bestiario contiene breves relatos que señalan
nuestras pasiones y defectos, estos nos ayudan a conocernos mejor. Se dice que
un relato real es mar verídico que una ficción, en mi forma de pensar, en la
ficción se encuentra más los sentimientos del ser humano.
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En la prosa poética de Bestiario, Arreola
describe los animales combinando lo mítico, mágico, filosófico, científico e
histórico. Bestiario es otro camino para comprender mejor
al hombre, esto desde la parte de la ficción como lo había dicho con
anterioridad. En estos relatos cortos, Arreola nos muestra
que es un maestro de la ironía, por su agudeza, agilidad y concentración. Bestiario
no solo es un libro de relatos cortos, sino una verdadera obra de arte la cual
nos muestra la habilidad que pocos escritores tienen para plasmar la realidad
en unos trazos hechos a base de letras con el fin de demostrar la forma de ser
del ser humano.
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Bestiario es otro camino para comprender mejor
al hombre, esto desde la parte de la ficción como lo había dicho con
anterioridad. En estos relatos cortos, Arreola nos muestra
que es un maestro de la ironía, por su agudeza, agilidad y concentración.
Lo admirable del libro es la prosa poética con
la que está escrito, la musicalidad: extensión de frases, elección de
vocabulario, uso de imágenes y metáforas.
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Los animales que nombra son (daré una breve
explicación de algunos cuentos ) : El rinoceronte ( refleja al hombre como algo
grotesco y fuerte pero a la vez , débil [ como su primer relato “del
rinoceronte encontrado en Confabulario] ) ;El sapo nos muestra como es el
corazón del hombre y como este se oculta y sale en ciertos momentos de la vida
; El bisonte , Ave de rapiña , El avestruz Insectiada, Felinos, El carabao, El
búho es difícil de clasificar ya que para mí describe a dos tipos de sujetos,
el intelectual y el psicópata; esto se debe a que disfruta de destrozar a su
víctima mentalmente. El oso, El elefante, Topos, Camélidos es un relato dónde
nos va mencionando más que nada la ubicación geográfica de dónde habita, sin
embargo también nos lo hace con imágenes. La boa , La cebra ,La jirafa , La
hiena es un relato dónde hace mención de los sere humanos que se ríen de otros
pero que también enseñan a sus crías a comportase como ellos, para mi es una
crítica a los políticos. El hipopótamo, Cérvidos, Las focas, Aves acuáticas ,
El ajolote y Los monos.
El sapo
Salta de vez en cuando, sólo para
comprobar su radical estático. El salto tiene algo de latido: viéndolo bien, el
sapo es todo corazón.
Prensado en un bloque de lodo frío, el sapo se sumerge en el invierno como una
lamentable crisálida. Se despierta en primavera, consciente de que ninguna
metamorfosis se ha operado en él. Es más sapo que nunca, en su profunda
desecación. Aguarda en silencio las primeras lluvias.Y un buen día surge de la tierra blanda, pesado de humedad, henchido de savia rencorosa, como un corazón tirado al suelo. En su actitud de esfinge hay una secreta proposición de canje, y la fealdad del sapo aparece ante nosotros con una abrumadora cualidad de espejo.
El búho
Antes de devorarlas, el búho digiere mentalmente a sus presas.
Nunca se hace cargo de una rata entera si no se ha formado un previo
concepto de cada una de sus partes. La actualidad del manjar que palpita
en sus garras va haciéndose pasado en la conciencia y preludia la
operación analítica de un lento devenir intestinal. Estamos ante un
caso de profunda asimilación reflexiva.
Con la aguda penetración de sus garfios el búho aprehende directamente el objeto y desarrolla su peculiar teoría del conocimiento. La cosa en sí (roedor, reptil o volátil) se le entrega no sabemos cómo. Tal vez mediante el zarpazo invisible de una intuición momentánea; tal vez gracias a una lógica espera, ya que siempre nos imaginamos el búho como un sujeto inmóvil, introvertido y poco dado a las efusiones cinegéticas de persecución y captura. ¿Quién puede asegurar que para las criaturas idóneas no hay laberintos de sombra, silogismos oscuros que van a dar en la nada tras la breve cláusula del pico? Comprender al búho equivale a aceptar esta premisa.
Armonioso capitel de plumas labradas que apoya una metáfora griega; siniestro reloj de sombra que marca en el espíritu una hora de brujería medieval: ésta es la imagen bifronte del ave que emprende el vuelo al atardecer y que es la mejor viñeta para los libros de filosofía occidental.
Con la aguda penetración de sus garfios el búho aprehende directamente el objeto y desarrolla su peculiar teoría del conocimiento. La cosa en sí (roedor, reptil o volátil) se le entrega no sabemos cómo. Tal vez mediante el zarpazo invisible de una intuición momentánea; tal vez gracias a una lógica espera, ya que siempre nos imaginamos el búho como un sujeto inmóvil, introvertido y poco dado a las efusiones cinegéticas de persecución y captura. ¿Quién puede asegurar que para las criaturas idóneas no hay laberintos de sombra, silogismos oscuros que van a dar en la nada tras la breve cláusula del pico? Comprender al búho equivale a aceptar esta premisa.
Armonioso capitel de plumas labradas que apoya una metáfora griega; siniestro reloj de sombra que marca en el espíritu una hora de brujería medieval: ésta es la imagen bifronte del ave que emprende el vuelo al atardecer y que es la mejor viñeta para los libros de filosofía occidental.
CAMELIDOS
El
pelo de la llama es de impalpable suavidad, pero sus tenues guedejas
están cinceladas por el duro viento de las montañas, donde ellas se
pasea con arrogancia, levantando el cuello esbelto para que sus ojos se
llenen de lejanía, para que su fina nariz absorba todavía más alto la
destilación suprema del aire enrarecido.
Al nivel del mar, apegado a una superficie ardorosa, el camello parece
una pequeña góndola de asbesto que rema lentamente y a cuatro patas el
oleaje de la arena, mientras el viento desértico golpea el macizo
velamen de sus jorobas.
Para el que tiene sed, el camello guarda en sus entrañas rocosas la
ultima veta de humedad; para solitario, la llama afelpada, redonda y
femenina finge los andares y la gracia de una mujer ilusoria.
La hiena
Animal de pocas palabras. La
descripción de la hiena debe hacerse rápidamente y casi como al pasar: triple
juego de aullidos, olores repelentes y manchas sombrías. La punta de plata se
resiste, y fija a duras penas la cabeza de mastín rollizo, las reminiscencias
de cerdo y de tigre envilecido, la línea en declive del cuerpo escurridizo,
musculoso y rebajado.
Un momento. Hay que tomar
también algunas huellas esenciales del criminal: la hiena ataca en montonera a
las bestias solitarias, siempre en
despoblado y con el hocico repleto de colmillos. Su ladrido espasmódico es
modelo ejemplar de la carcajada nocturna que trastorna al manicomio. Depravada
y golosa, ama el fuerte sabor de las carnes pasadas, y para asegurarse el
triunfo en las lides amorosas, lleva un bolsillo de almizcle corrompido entre
las piernas.
Antes de abandonar a este
cerbero abominable del reino feroz, al necrófilo entusiasmado y cobarde,
debemos hacer una aclaración necesaria: la hiena tiene admiradores y su
apostolado no ha sido en vano. Es tal vez el animal que más prosélitos ha
logrado entre los hombres.
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