miércoles, 6 de agosto de 2014

"Gotas" de Etgar Keret

Gotas de Etgar Keret 


En este cuento se puede encontrar en el libro EXTRAÑANDO A KISSINGER , publicado por la editorial sexto piso. Está basado en una experiencia del autor del cuanto, el nos menciona, que un día la novia que tuvo, lo dejó por no soportar el hecho de que él le fuera infiel. 

El cuento nos narra lo ocurrido con la novia del narrador , la cual escuchó por la radio que en Estados Unidos inventaron unas gotas las cuales no te hacen sentir solo. La mujer las manda a comprar. Le avisa al narrador- novio de ella - que lo va a dejar porque las gotas le provocarán valentía ante la soledad. Ella piensa en que el le será infiel en algún momento apesar de que la ama con locura. Las gotas nunca le jugarían una mala pasada. 

El fantasma del abandono, crea por si solo su propia realidad. 

 Gotas de Etgar Keret

 Mi novia dice que alguien en Estados Unidos ha inventado una pastilla que hace que no te sientas solo. Lo oyó ayer, en la cápsula informativa Sesenta segundos de la emisora del ejército, y ya le está enviando una carta urgente a su hermana para que le compre un cargamento y se lo mande por correo. En Sesenta segundos dijeron que en la Costa Este la venden en todos los comercios y que en Nueva York ya ha causado furor. Viene en dos presentaciones: en gotas o en aerosol. Mi novia lo ha pedido en gotas, porque puede que no se quiera sentir sola, pero lo que no quiere es dañar la capa de ozono. 

Las gotas te las echas en el oído y al cabo de veinte minutos dejas de sentirte solo. Actúan químicamente sobre no sé que zona del cerebro, habían explicado por la radio, pero mi novia no lo había entendido bien. Porque no es que sea precisamente Madame Curie, mi novia, y yo hasta diría que es un poco boba. Se pasa el día sentada pensando en que le voy a ser infiel, que la voy a dejar y cosas así. Pero yo la quiero, la quiero con locura. Cuando vuelve de la oficina de correos me dice que ahora ya puede dejar de vivir conmigo. Porque las gotas, tarán-tarán, van a llegar pronto y ya no le va a dar miedo estar sola.

 - ¿Dejarme? - le digo -. ¿Por unas gotas?¿Cómo es posible?
Pero si la quiero, la amo con locura.
- Vete, si quieres - le digo -, pero quiero que sepas que ni esas asquerosas gotas para los oídos ni ningunas otras te van a querer como yo te he querido. 
Lo que sí es verdad es que las gotas de los oídos no le van a ser infieles. Eso es lo que ella dice, después, se va. Como si yo sí le fuera a ser infiel.

Ahora ha alquilado una buhardilla en Florentin y todos los días espera al cartero. Yo, por mi parte, no tengo ninguna relación con el correo, no me emociona, y es que no tengo amigos en el extranjero que me manden cosas. si los tuviera, hace ya tiempo que habría ido a visitarlos. Habría salido a tomar unas copas con ellos y les habría contado mis penas. Los abrazaría mucho y no me avergonzaría de llorar delante de ellos y todas esas cosas. Podríamos estar juntos años, pasarnos así la vida entera. De la manera más natural, como siempre se ha hecho, muchísimo mejor que con unas gotas.
 

1 comentario:

  1. Mi comentario es, que por una parte esta bien que quiera cuidar el medio ambiente o que quiera cuidar la xapa de ozono, pero no debería de ser para tanto

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